Hay muchas cosas que puedes hacer para disminuir las rivalidades entre hermanos… o al menos para hacerlas más llevaderas. Las herramientas para manejar los celos, el favoritismo y la comparación son las más importantes. ¡He aquí algunas más!
A corto plazo
¿Qué haces cuando un hermano te ha llevado al límite y sientes que estás por explotar? Uno de los padres puede no estar a la mano o puede no querer intervenir. Tú puedes:
- Respirar hondo y contar hasta 10.
- Pensar con quién es que estás verdaderamente furioso. ¿Estás en realidad enfadado con los adultos de tu familia y sencillamente te desquitas con tus hermanos o hermanas?
- Apartarte de tus hermanos y hermanas.
- Tomarte un tiempo para ti mismo. Escuchar música, dar una caminada, estar con tu mascota, jugar videos o escribir en tu diario.
Cuando estés listo para estar con tu hermano o hermana de nuevo, cuéntale un chiste para romper el hielo o invítala a jugar baloncesto o juegos de video. Puedes pedir excusas o simplemente olvidarte de todo y seguir adelante. Más tarde, cuando las cosas se hayan enfriado, puedes hablar con miembros de tu familia acerca de lo que causó la pelea y de cómo puedes prevenir una en el futuro.
A largo plazo
Muchos conflictos que empiezan pequeños pueden con el tiempo volverse grandes y más destructivos. Los miembros de nuestra familia no deberían ser enemigos, así que es importante ir más allá de la causa de la rivalidad, cambiar actitudes y comportamientos y ¡Aunque te parezca extraño! -- ¡empezar a considerar a los hermanos como amigos! Aquí siguen algunas cosas para recordar:
- Ganar no lo es todo. Lograr de la vida lo mejor no significa ser siempre el primero, especialmente en lo que concierne a tu familia. Sin duda, esfuérzate al máximo, pero deja que tus hermanos reciban también algo de gloria. Hay oportunidad para que todos sean el centro de atención.
- Aprende a compartir. Primero establece algunas reglas básicas y compromisos, luego comparte tu armario o tu sistema de juegos de video con tu hermano.
- No actúes como un necesitado o un avaro. Confía en que tus padres te quieren y te respetan, aunque no siempre puedan demostrártelo con atenciones y regalos. Si ha pasado mucho tiempo desde cuando tus padres te han dado lo que necesitabas o si has hecho algo que merece elogio, déjaselos saber.
- Equitativo es mejor que igual. Recuerda la diferencia y tráela a tu memoria cuando sientas que la necesitas.
- Reconoce cuando se ha pasado del límite. Esto es verdaderamente importante. Si un hermano te está causando daño físico, no tengas dudas en contarle a uno de los padres, a un maestro o a un tutor a cerca de ello. Lo mismo aplica al daño emocional, como cuando un hermano o hermana te ha estado haciendo sentir mal acerca de ti mismo intencionalmente. El abuso no es rivalidad. Esta es una forma de bravuconada y no tienes por qué tolerarlo.
¿Sabías que un poco de competencia puede ser algo positivo? ¡Sí! Consulta la sección, Rivalidades beneficiosas.
Anterior