Le dices a la maestra que necesitas un libro de texto, pero ella no tiene ninguno de más. Te dice que compartas el libro con el niño del lado… quien precisamente es el bravucón de la clase. Puesto que ya está perdiendo esta clase, no le importa si no pasa la prueba, y decide que será divertido hacerte las cosas difíciles. A propósito abre el capítulo equivocado, tapa con la tinta de un rotulador la información importante y cubre con sus manos páginas enteras.
Tú:

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