¿Te suenan estos comentarios?:

• «¡Tú no eres mi mamá!».
• «Bueno, lo haré dentro de 10 minutos, cuando acabe con la Gameboy Advance».
• «Recojo mis cosas si me das un refresco”.

Dale la merienda
Cansado + hambriento = ¡DE MAL HUMOR! Comer algo elevará su nivel de azúcar en la sangre y su ánimo.

Pregúntale cómo le ha ido el día
Un poco de atención hace milagros. Averigua si las cosas están bien en la escuela. ¿Le preocupa algo?

Haz que participe en las decisiones
La idea de que «o lo mío o nada» puede hacer que tus hermanos se echen atrás. Dales otras opciones y las cosas irán mucho mejor. Por ejemplo, comenta algo así: «Cuando acabes tu tarea, podemos jugar ajedrez o ver tu programa favorito. Tú decides».

Lleguen a un compromiso
Si tus hermanos y tú no se ponen de acuerdo en los juegos o en los programas de TV, piensen en otras ideas diferentes hasta que lleguen a un acuerdo. Si no lo consiguen, traten de alternar sus preferencias cada día. El lunes te toca el control remoto, pero el martes le toca a él.

Acepta tu responsabilidad
Tú estás a cargo de las cosas y eso puede ser realmente divertido; sin embargo, el poder tiene un precio. Eso significa que tus padres se fían de ti lo bastante para que te encargues de las cosas y tú no querrás quedarles mal. Si a tus hermanos les pasa algo porque tú no has estado vigilándolos como debías o porque no has cumplido las reglas de la casa, tendrás que afrontar las consecuencias. Eso puede suponer un castigo o que tus padres se decepcionen contigo. Todo el mundo comete errores. ¡Aprende de ellos!

Prepárate
Estar a cargo de algo significa algo más que llevarse bien, significa hacer frente a las situaciones de emergencia. Ayuda conocer lo básico de los primeros auxilios y cómo reaccionar ante ciertas situaciones de «qué hago si…» Hablaremos de ambas cosas en Emergencias.