• Las maestras también son personas
  Sí, es verdad. Las maestras son seres humanos exactamente como tú y tus amigos. Ellas tienen días buenos y malos. Tienen disgustos y frustraciones, y cometen errores. Aunque probablemente no quieras pensar en ello, las maestras tienen una vida afuera de la escuela. Una maestra que tiene un mal día, o hasta un mal año, puede tener una actitud gruñona.

• Enseñar es un trabajo difícil
  El trabajo de la maestra parece muy fácil, ¿no es cierto? Después de todo, tú tienes que escribir tus composiciones y presentar los exámenes, y tu maestra sólo los tiene que calificar. Bueno, piénsalo bien. Las maestras trabajan muchas horas y trabajan bajo mucha presión de los directores, los consejos escolares, los padres y aun los niños. Si alguna vez tuviste un proyecto escolar difícil y tuviste que trabajar duro horas adicionales para terminarlo, ¡entonces sabes lo que es presión! Es difícil estar alegre cuando trabajas duro y quieres hacer un buen trabajo. Las maestras se ocupan de esta clase de cosas todo el tiempo.

• Tu maestra puede ser nueva en el oficio
  Todos los años, miles de nuevos maestros entran a nuevas escuelas y muchos de ellos apenas han acabado sus estudios. Manejar toda una clase de niños puede ser difícil para alguien que no tenga mucha experiencia y puede llevarle un tiempo a la maestra hallar la mejor manera de hacer todo.

  Un orientador vocacional que trabaja en una escuela de Nueva Jersey recuerda a un maestro joven que quería de verdad que sus estudiantes pensaran que era legal. Era su primer año de maestro y quería tanto que sus niños lo quisieran que se encontró metiéndose con el mismo estudiante con el que se metía el resto de la clase. Probablemente el maestro no se daba cuenta de lo que hacía, pero hizo miserable a ese niño para que los demás niños pensaran que era legal. Este maestro cometió un gran error por ser nuevo y, con el pasar del tiempo, entendió como ser un profesor mucho mejor.

• Tu maestra puede estar cansada de esto
  Las maestras o maestros nuevos no son los únicos que tienen problemas con los niños. Los maestros que han estado enseñando por muchos años pueden adquirir hábitos fijos. De repente llega un nuevo grupo de estudiantes que se visten y hablan de manera diferente, y les gustan cosas diferentes. La mayoría de las maestras o maestros mejoran con la edad porque la experiencia es uno de los elementos más importantes de cualquier trabajo. Pero algunos maestros pueden tener problemas para manejar el cambio y pueden decir cosas como «Ustedes, los niños de hoy en día, no saben cómo comportarse» o «No entiendo las cosas que hacen los estudiantes para divertirse hoy en día.»

  Estos son indicios de que tu maestro o maestra tiene ideas concretas acerca de la apariencia de los niños y de cómo deben actuar, y tal vez estas ideas no coinciden con lo que sucede en el salón de clase. Si tu maestro o maestra piensa que eres un buen ejemplo de cómo todo es diferente en la actualidad, él o ella podría tratarte injustamente.

• Tu maestro puede tener un problema con cierto tipo de estudiantes
  A veces, los maestros son buenos con una clase de estudiantes, pero son malos con otra clase. Puede ser que el maestro tenga poca paciencia con los niños que tienen problemas de aprendizaje o se frustra fácilmente cuando los estudiantes no hablan inglés como su lengua madre. En casos extremos, puede estar presente un prejuicio, aun cuando en realidad tu maestro no esté consciente de esto.

Ten presente: Todas estas son razones por las que tu maestro puede tratarte injustamente, pero no por eso sirven de excusa. Siempre debes tratar de entender por qué tu maestro tiene problemas contigo o con otro estudiante, pero solamente saber por qué está sucediendo no resuelve el problema. Ningún maestro tiene el derecho de ser injusto contigo. Si crees que lo son, puedes hacer algo acerca de ello.

A continuación: La historia de Andy