Tan pronto como la directora se recupera del choque, le cuentas lo que estás haciendo pero ella no te cree. Te hace caminar de vuelta a la clase y te entrega a la maestra, quien se muestra muy disgustada contigo. La mayoría de tus compañeros de clase te señalan con el dedo y cuchichean, y algunos se ríen y te hacen bromas, acusándote de tratar de faltar a la escuela… justamente ¡para tratar de no presentar la prueba!

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