En realidad, PERDERÁN LOS DOS si dejan que la pelea arruine la amistad, y GANARÁN LOS DOS si encuentran una forma de arreglarla.
Deja de lado tu orgullo
Quizás hayas oído la expresión «es demasiado orgulloso». Esta frase se usa generalmente para describir a una persona que está tan decidida a tener «razón» que deja que la oportunidad de ser feliz se aleje de sí para siempre. No dejes que esto suceda con una amistad que te interesa. Recuerda: a medida que el tiempo pasa, por lo general olvidamos quién tenía razón y quién estaba equivocado en un desacuerdo, y sólo recordamos la tristeza de perder a un amigo.
Da el primer paso
¿Estás cansado de pelear? ¿Crees que esta pelea no es tan importante como para arruinar tu amistad? Entonces trata de ser el primero en pedir disculpas. No tienes que asumir toda la responsabilidad de haber empezado la pelea, ni siquiera tienes que decir que lo que sentías estaba equivocado. Pero debes encontrar algo que hayas hecho o dicho por lo que valga la pena pedir disculpas. Quizás estés arrepentido de haber dejado que la pelea durara tanto, o de haber reaccionado de manera exagerada frente a algo que hizo tu amigo. Si dices que lo sientes, es como una invitación a que tu amigo haga lo mismo. Una vez que los dos lo hayan hecho, se sentirán mil veces mejor.
Pedir disculpas no significa que te «sometas» a tu amigo o que te dejes «pisotear». Se trata de asumir alguna responsabilidad por la pelea y de invitar a tu amigo o amiga a que también asuma su propia responsabilidad. Si tu amigo piensa que «ganó» sólo porque te has disculpado, entonces todavía no está listo para hacer las paces.
¿Sigues teniendo dificultades para dejar que las palabras salgan de tu boca? Trata de hacerlo de esta manera:
- «Me siento realmente mal por _________ y lamento que haya sucedido.»
- «Sé que te has sentido _________ y lamento haberte hecho sentir así.»
Hay algunos casos especiales en los cuales no debes ser el que se disculpa primero. Por ejemplo, si tu amigo te ha hecho daño físicamente o si ha hecho algo que está peligrosamente mal, si pides disculpas podrías hacerle creer que tiene más poder sobre ti. Esta es una forma de intimidación y no tienes por qué tolerarlo.
En Amistades que terminan hablaremos más acerca de las amistades que necesitan terminarse, pero por ahora demos un vistazo a lo que sucede con las Peleas de grupos.
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