Enfrentándote a la realidad
Los padres por lo general esperan decirle a sus niños del divorcio hasta que saben de seguro que se van a divorciar. Puede que te hagas la ilusión de que ellos se olvidarán de sus problemas o cambiarán de parecer, pero es muy probable que ésto no llegue a pasar.

Derek tiene doce años. Cuando el papa de Derek le dijo que él y su mamá se iban a divorciar, la situación se le hizo tan extraña y nueva que Derek de momento se sintió como si estaba viviendo la vida de otra persona. ¿Quién le podría culpar por eso? Es natural que cuando te enfrentas a algo tan serio y que causa tanto miedo como el divorcio que te sentirías como si no estuviera ocurriendo. Tal vez se sienta como una pesadilla o como si fuera una película. Está bien pensar de esta manera al principio, porque tu cabeza necesita tiempo para hacerle frente a esta nueva información. Eventualmente, tendrás que reconocer que el divorcio es real y mientras más pronto puedas aceptarlo, mas pronto podrás acostumbrarte y encontrar nuevas maneras de hacerle frente a esta situación.

Reconozca tus sentimientos y exprésalos
Vamos a examinar las emociones que la mayoría de los jovenes sienten cuando se enfrentan al divorcio:

• Enojo: Puede que te sientas enojado con tus padres por haber creado esta situación en la que te encuentras, o tal vez te sientes enojado contigo mismo por no poder mejorar las cosas.
• Miedo: Puede que temas que esto quiere decir que tus padres no te quieren, o miedo de los cambios que están por venir.
• Negación: Negar o rechazar algo es actuar como si no existiera. Puede que estés tratando de convencerte que el divorcio no se va llevar acabo.
• Confusión: Puede que te sientas que ya no entiendas a tus padres o tu vida. Puede que te sientas perdido, sin saber que hacer. Tal vez no puedas entender poque todo ésto está pasando.
• Tristeza: Tal vez lloras a menudo, o tienes dificultad en encontrar algo por la cual sentirte feliz. Puede ser que te sientas tan triste que pierdas interés en cosas que antes te gustaban.
• Celos: Tal vez estés celosa(o) de tus amistades que todavía tienen padres que han permanecido juntos y aparentamente llevan una vida perfecta. Tal vez anhelas tener una vida tan cómoda como ellos.
• Presión: Tal vez sientas que una vez que tus padres estén viviendo por separados, que tendrás que madurar antes de tiempo. Tal vez temes que tendras demasiadas responsabilidades, como el tener que preocuparte de las finanzas.
• Verguenza: Tal vez te sientas avergonzado de ser el único joven quienes padres se han divorciado. Tal vez piensas que eso te hace un fracaso ante las demás personas.

Es complemente normal sentir cualquiera de estas emociones. Lo importante es que aprendas que no debes amontonar todos estos sentimientos dentro de ti.

• Si estas enojado, dele un puñetazo a una almohada o -- una bola de soccer tan duro como puedas (nunca te desquites con otra persona!). Escribe acerca del enojo en una carta dirigida a ti mismo. No mantengas todo tu enojo dentro de ti ya que cuando menos quieras puede que estalles en el enojo.

• Si estas triste y no tienes ganas de jugar con tus amigos, déjales saber que estas necesitando tiempo a solas. Si tienes un mejor amigo que estaría dispuesto a escucharte, dejéle saber acerca de las cosas que te tienen triste y desdichado.

Trata de hacerle frente a una emoción a la vez, y entiende que tienes todo el derecho de sentirte como te estás sintiendo. Tan pronto empiezes a entender tus emociones y las cosas que estan afectando a tus sentimientos, podrás empezar a enfrentarte a ellos.