Cuando los amigos se pelean: Los amigos que discuten
La pelea
Bill y Adam han sido los mejores amigotes desde siempre, pero últimamente parece que discuten absolutamente por todo. Pelean por qué programas de televisión hay que ver, qué clase de pizza sabe mejor, y si La guerra de las galaxias: Episodio II es mejor que El señor de los anillos. Incluso dejaron de hablarse durante dos días después de discutir sobre quién ganaría en lucha libre: si el Gigante Increíble o el Demoledor.
¿Qué sucede?
Bill y Adam son tan buenos amigos que en realidad son más hermanos que amigotes. Se conocen tan bien como pueden hacerlo dos amigos, y puesto que están seguros de que su amistad puede sobrevivir a cualquier discusión, se meten en peleas tontas que se convierten en discusiones al rojo vivo.
También pasan tanto tiempo juntos que han empezado a no prestarse la debida atención. Tal como a veces lo hacen los hermanos, pelean por todo porque no sienten la necesidad de actuar de manera amable y respetuosa con alguien a quien conocen tan bien.
Formas de terminar esta pelea
Bill y Adam pueden:
- Disculparse por enojarse por cosas que no son muy importantes.
- Prometer que van a prestarle la debida atención a su amistad.
- Prometer respetar en el futuro las opiniones de cada uno.
- Intentar ceder y dejar que el otro gane una discusión o se salga con la suya de vez en cuando.
Claves para evitar esta pelea
- Respeto. El respeto es un ingrediente clave en cualquier amistad. ¿Cómo puedes querer a alguien si no lo respetas? Al pelear y discutir por simples diferencias de opinión, Bill y Adam no están mostrando mucho respeto mutuo, y para que su amistad dure, tienen que dejar de comportarse así. Parte del respeto por alguien es darse cuenta de que su opinión y sus puntos de vista son tan importantes como los propios.
- Tolerancia. Bill y Adam necesitan tolerar las pequeñas cosas que los hacen individuos y, en lugar de pelear por ellas, necesitan comprender que estas cosas pueden fortalecer la amistad. Después de todo, si dos personas fueran exactamente iguales y estuvieran de acuerdo en todo, ¡su amistad sería un total aburrimiento!
- Flexibilidad. Tanto Bill como Adam son dos chicos testarudos, y les cuesta admitir que podrían estar equivocados. Si fueran más flexibles y estuvieran dispuestos a ver las cosas desde el punto de vista del otro, no discutirían tanto. Los amigos deben dejar que el uno y el otro se salgan con la suya de vez en cuando. La terquedad y la rigidez llevan a muchos más conflictos, y los conflictos perjudican la amistad.
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