De Elizabeth
Cuando yo estaba en la escuela elemental, un bravucón me atormentaba constantemente. Aun ahora, todavía encuentro que a veces me molestan o se burlan de mí, por razones que no puedo entender. Cuando miro todo ello en perspectiva, comienza a tener sentido para mí. Yo era una chica tranquila y no muy sociable. A los niños pequeños no les gustan las cosas «diferentes». Puesto que yo era exactamente eso, me ignoraban en vez de tratar de conocerme. Como consecuencia, crecimos con aversión mutua. Aunque nunca fui mala persona con ellos, tuve parte de la culpa por no darles ningún tipo de oportunidad. A medida que crecí, hice mis primeros amigos y traté de abrirme a la gente. La gente teme lo que es diferente y, aquello que es mejor, a la gente le disgusta lo que no puede tener y odia a quienes lo tienen. Los bravucones expresan condiciones humanas básicas. Aunque sea duro, trata de encontrar gente a quien apreciar y con quien te sientas cómoda. Recuerda que los bravucones desaparecerán de tu vida en algún momento, ya sea porque te gradúas o ellos pierden interés, etc. Las amistades duran mucho más, así que pasa más tiempo en busca de compañía que disfrutes e ignora a las bravuconas o bravucones.

De Danielle
Los bravucones generalmente son personas que se sienten tan incómodos como tú lo estás. En general, les cuesta dificultad hacer amigos y la única manera de conocer a otros es haciéndoles bravatas. No te preocupes si te están haciendo bravatas; hay muchas cosas que puedes hacer. Puedes hablar con tus padres y contarles lo que está sucediendo. También puedes hablar con tu maestra o maestro; él o ella están ahí para ayudarte en tus problemas. Puedes también hablar con el bravucón; tal vez ni siquiera se ha dado cuenta de que te está lastimando.

De Paulina
Los bravucones no tienen nada mejor para hacer que arruinar nuestro día. Sencillamente ignóralos y eventualmente ellos se cansan.

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