bravucon o bravucona. El bravucón quiere que la gente vea lo que está haciendo y que tiene poder sobre su víctima. Esto ocurre generalmente porque el bravucón desea tener reputación de ser rudo o fuerte o porque cree que eso lo volverá más popular.
Y, ¿qué sucede con la gente que presencia la bravuconería? ¿Por qué permiten ellos que eso ocurra? He aquí algunas razones:
- El bravucón es alguien a quien otras personas buscan y con quien desean andar.
- Esas personas desean «ponerse del lado» del bravucón porque eso las hace sentirse fuertes. De otro lado, ponerse del lado de la víctima las haría sentirse débiles.
- Se divierten con las bravatas.
- No creen que protestar pueda ayudar.
- Temen que si dicen algo, el bravucón o bravucona se iría contra ellos.
- Mirar la bravuconería es una manera de bravuconear «a través del otro». Sienten que están sacando de sí sus frustaciones al lastimar a alguien, aunque ellos mismos no estén lastimando a la víctima sino mirando cómo la lastiman.
¿Sabías que si alguien que esté presenciando una bravuconería dice «¡Basta ya!», en la mitad de los casos se termina la bravuconería? Eso es difícil de hacer, pero es importante tratar. Estarse ahí parado y no hacer nada es aprobar la bravuconería. Eso te iguala al bravucón mismo.
He aquí algo que puedes hacer si ves a alguien sufriendo las bravatas de otro:
- Decirle al bravucón que pare. Por ejemplo: «¡Ya no más!», «¡Eso no es gracioso!», «¿Le gustaría que alguien le hiciera lo mismo?» Haz que el bravucón sepa que lo que está haciendo es estúpido y malo.
- Si sientes que no puedes decir nada, vete del sitio y dile al adulto más cercano. Haz que vaya a ayudar. ¡Eso no es acusar!
Si ves a alguien que sufre una y otra vez las bravatas de otros, sea esa persona tu amigo, hermano o compañera de clase, puedes hacer mucho para terminar esa situación:
- Si la escuela tiene un programa de informe de bravatas, como una línea de teléfono especial o un «buzón de bravucones», úsalo.
- Haz que la chica víctima le cuente a sus padres o a un maestro. Ofrécele que vas con ella si eso le ayuda.
- Si ella no quiere hablar con nadie, ofrécele hablar con alguien en su nombre.
- Involucra tanta gente como puedas, incluso a otros amigos o compañeros de clase, a padres, maestros, consejeros de la escuela y aun al director.
NO uses violencia contra los bravucones ni trates de vengarte por tu cuenta. Es posible que por hablar o ayudar a alguien, hayas hecho que el bravucón quiera irse contra ti. Prepárate para ello y mantente firme. Ya tienes de tu lado el apoyo de un adulto.
Trata de recordar la regla de oro:
Trata a los demás como quieras que te traten a ti. Ayuda al que lo necesite, y cuando tú necesites ayuda, alguien te ayudará.
En la sección siguiente preguntaremos: ¿Eres tú un bravucón?
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